La lesión del ligamento suspensorio es frecuente en los atletas equinos y puede representar hasta el 46% de todas las lesiones de las extremidades. Si no se rehabilita bien, la lesión puede reducir significativamente la capacidad del caballo para hacer ejercicio y rendir a su mejor nivel.

En este blog, echamos un vistazo a las lesiones del ligamento suspensorio en caballos y al proceso de rehabilitación, incluido el uso de la cinta de correr acuática como forma eficaz de reintroducir el ejercicio.

¿Qué son las lesiones del ligamento suspensorio y cómo se producen?

Los ligamentos actúan como sistemas de soporte que unen los huesos entre sí. El ligamento suspensorio se une a la parte posterior del hueso cañón situado justo debajo de la rodilla. A dos tercios de su recorrido se divide en dos ramas que se unen a los huesos sesamoideos de la parte posterior del menudillo.

El ligamento suspensorio desempeña un papel crucial en el mantenimiento de un movimiento eficaz, ya que sostiene la articulación del menudillo durante la fase de carga del paso. Si un caballo ejerce demasiada tensión sobre su pata, puede debilitar y tensar el ligamento.

Los caballos de competición y de salto son los más propensos a sufrir una lesión del ligamento suspensorio debido a los constantes saltos y aterrizajes sobre superficies irregulares. Sin embargo, los caballos de doma también pueden correr un alto riesgo debido al estrés repetitivo del trote.

Las lesiones del ligamento suspensorio en los caballos pueden producirse en distintas zonas a lo largo de la extremidad inferior y pueden ser difíciles de diagnosticar. El calor, la hinchazón y la cojera son signos comunes, pero lo más frecuente es utilizar una ecografía o una radiografía para determinar con precisión dónde se encuentra la lesión.

 

 

Anatomía del ligamento suspensorio en el caballo

Métodos habituales utilizados en la rehabilitación del ligamento suspensorio del caballo

Tras el diagnóstico, el veterinario prescribirá un programa de rehabilitación que permita al caballo curarse y volver a la actividad con seguridad. Este programa suele incluir:

  • Terapia con frío y antiinflamatorios para reducir el dolor y la inflamación.
  • Reposo en estabulación. Al principio, el caballo deberá dejar de hacer ejercicio para que el ligamento tenga tiempo de curarse.
  • Vuelta gradual al ejercicio. Tras el reposo, el caballo seguirá un programa que añada resistencia gradualmente para fortalecer el ligamento.
  • Dependiendo de la gravedad de la lesión, pueden ser necesarias otras intervenciones, como el tratamiento con ondas de choque o la cirugía.

Cintas de correr acuáticas para lesiones del ligamento suspensorio en caballos

Las cintas de correr acuáticas son una herramienta eficaz en la fase de vuelta al ejercicio de un programa de rehabilitación.

En comparación con las superficies duras, la cinta acuática equina proporciona una resistencia suave y permite una progresión más controlada y supervisada. La velocidad puede ajustarse para que la carga se introduzca lentamente. Esto permite reforzar ligamentos y tendones sin riesgo de sobrecargarlos.

Además, la temperatura fría del agua y su efecto masajeante contribuirán al proceso de curación en curso. El dolor y la inflamación existentes se reducen, y los músculos tensos empiezan a relajarse y a ganar movilidad.

Un caballo en una cinta acuática equina

Las lesiones del ligamento suspensorio en los caballos deben someterse al programa de rehabilitación correcto para recuperarse por completo. Muchos de nuestros usuarios incorporan la cinta acuática equina en el proceso de rehabilitación como forma de volver a fortalecer el ligamento lesionado y permitir que el caballo vuelva a hacer ejercicio tras el reposo inicial.

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